La sostenibilidad, mediante la responsabilidad social, se ve manifiesta en las empresas cuando se realiza una estrategia integral más allá de, e incluyendo, las competencias del departamento de seguridad, higiene y medio ambiente.
De esta manera se garantiza que todos los indicadores pertinentes estén implicados: desde la gobernanza y las practicas anticorrupción pasando los temas ambientales, sociales y las mejores prácticas laborales.
Cada vez hay más empresas que siguen esta tendencia y más profesionales que guiamos a las empresas en la elaboración de estrategias y reportes. Así va la tendencia en el mundo y México no es una excepción. Aquí, cuando pensamos en responsabilidad social, pensamos también en el CEMEFI (Centro Mexicano para la Filantropía), y con seguridad la mente de más de uno de manera inmediata lo vincula con el conocido distintivo ESR y con conceptos como GANAR-GANAR.
Sin duda, es importantísimo todo lo que se ha hecho; sin embargo, creo que también es momento de desarrollar un visón critica, verdaderamente crítica, ya que México requiere de acciones disruptivas que puedan llevarlo por un rumbo radicalmente diferente al que ha tomado hasta la fecha.
Los datos nos confirman que las posibilidades de desarrollo para la mayoría de los mexicanos son inexistentes. Con salarios mínimos que por más que aumenten apenas sacan a quienes los perciben de la frontera de la miseria, y con empresarios que pelean porque no aumenten mucho. Esa nos es manera de promover el cambio.
¿Estás listo para practicar Responsabilidad Social Disruptiva?
La realidad es que la utilidad del corto plazo y la “ganancia” patronal al incurrir en estas prácticas nos rebota con patada dura. Newton lo dijo, lo social no escapa a las leyes de la física, le aplican tal cual descritas y aquí la segunda ley de la física nos aplica perfectito. A toda acción corresponde una reacción de la misma intensidad, pero en sentido contrario.
¿Cómo se ve? Te lo explico: el rabón cumplimiento de las normas ambientales se nos regresa con ausentismo por enfermedades, por inundaciones, por contingencias, en el nada honroso título de ciudades más contaminadas de América Latina… puedo continuar, pero sé que ya te imaginaste el resto.
En lo social, las cosas son similares: un mal sueldo, o sea un salario mínimo – aún el recién aumentado -implica gente insatisfecha, que no ve posibilidades, que mal come y no ve futuro personal ni para su familia. Personas que andan buscando oportunidades y las encuentran en el robo, las malandradas o ya los más atrevidos, enlistándose en el crimen organizado donde, mientras vivan, su salario alcanzará para lo que el mínimo jamás lo hará.
Para mí son más que evidentes las maneras en las que nos rebota, pero más claras aun las oportunidades y responsabilidades que esto nos plantea.
¿Qué México estamos forjando?, ¿Qué México podemos forjar las empresas que implementamos en serio los programas de responsabilidad social? No quiero que pienses en el romanticismo del México que quieres dejarle a tus hijos. Veamos más cerca dese la visión bien pragmática del mediano plazo.
En Punto Verde Consultores creemos que desde la RSC / RSE las acciones disruptivas que pueden emprender las empresas tienen el poder del cambio. Siendo las PyMEs el mayor número de actores económicos activos, tienen en sus manos la capacidad de darle la vuelta a las cosas.
Proponemos algunas acciones de responsabilidad social disruptiva:
1. Subir los sueldos
2. Cumplir con las normas ambientales
De entrada, sé que muchos dirán ¿con qué? Pero cuando nos cae el veinte de que todo lo que no deja que nuestras empresas prosperen nace dentro de ellas, entonces podremos ver los beneficios que crearemos al asumir estas nuevas conductas y al impulsar estos cambios.
Cada una de esas acciones al futuro permitirá crear mejores condiciones que apoyarán el florecimiento de la empresa y todos sus capitales, siendo el más importante el humano. Al cambiar las condiciones de vida de todos los mexicanos que hoy viven con el nimio, tendremos más lealtad en las empresas, más posibildiades de incrementar el capital intelectual de estas mismas personas, y más enfoque y energía dedicados a la prosperidad de la empresa.
Esto podría disminuir el crimen organizado, por no ser alentador el alto riesgo que con llevan estos trabajos, ya que los salarios no serían suficientes para arriesgar el pellejo pues en la economía formal habría alternativas.
Así, siguiendo con el ejemplo del físico, podríamos generar retornos virtuosos a acciones virtuosas, y pasaría la responsabilidad social a abonar no solo el valor y el permiso para operar de las empresas si no la verdadera validación de la sociedad, por ser promotoras del cambio estructural que tanto requerimos en México.
¿Estás listo para practicar Responsabilidad Social Disruptiva?