Campañas de mercadeo verde, mercadotecnia para productos sustentables… un tópico del que he sido crítica eterna y ahora estaba siendo cuestionada sobre la manera en la que Punto Verde apoya a sus clientes para desarrollar estas estrategias. ¿A que públicos dirigen las campañas? ¿Cómo es que convencen a los consumidores de que estos son mejores que los otros? ¿A qué tipo de público se dirigen estas campañas? ¿Qué sector poblacional está más inclinado a realizar estas compras? Ahí tenía estas y muchas más preguntas relativas, crudas, de frente esperando una respuesta.
Conforme empecé a hablar y generar el contexto que requería sobre los productos sustentables, percibí que la reportera quería respuestas concretas, rápidas, estructuradas y veraces; yo podía darle todo menos eso. Son preguntas que en mi espacio mental cuestionan el mismo sistema económico y productivo en el que vivimos.
¿Cómo haces una campaña de comunicación para vender un producto sustentable? Mis respuestas se fueron un poco por la tangente. Si quieres hacer una campaña de comunicación para vender productos sustentables, lo primero que hay que hacer es asegurar que realmente lo sean; y en toda honestidad es hoy NO EXISTE.
Hay cosas que pueden tener un menor impacto ambiental y un alto impacto social positivo. Sin embargo, técnicamente nada de lo que hoy se puede vender en el mercado global y para lo que se realizan campañas de comunicación o mercadeo se puede jactar de ser totalmente sustentable. Quizá podrá aproximarse un poco o tener en sus planes el ser mejor o de menor impacto que la competencia, pero solo eso. Aclarando este punto, pude seguir adelante.
Qué rudo suena, pero es la verdad verdadera y contundente. En algún momento debemos dejar atrás nuestra ceguera mental, nuestra tacita de té para la buena conciencia socio ambiental y ver las cosas por lo que realmente son. Y lo que son es que no son sustentables.
Me parece que así le sonaban mis respuestas a la reportera, Rudas, crudas y sin fondo para el sitio al que ella quería llegar, o llevarme. A cada pregunta, yo le salía con más preguntas, sobre el origen de los productos, el sitio donde conseguían las materias primas, las condiciones laborales de todos los espacios por los que tenía que moverse, el mismo transporte que se usaban, el tipo de licencia para operar que la empresa tiene por parte de sus grupos de interés, y el de sus proveedores, el tipo de relación que tiene con ellos, y así una tras otra… ¿cansado no?
Si quieres hacer una campaña de comunicación para vender productos sustentables, lo primero que hay que hacer es asegurar que realmente lo sean; y en toda honestidad es hoy NO ESXISTE.
Todas estas son las preguntas que yo misma me hago para comparar y me hice en el momento de la entrevista para contestarle. Al compartírselas, no podía evitar el generar un diálogo que cuestionara de entrada el consumo. Yo sólo pretendía generar una base de cuestionamiento común para que su reportaje, fuera un poco como las repuestas que le doy a nuestros clientes. Quienes tienen productos o servicios que se aproximan a lo sustentable, pues tienen materia para trabajar y pueden ser intersantes para mercadear en estos espacios que ya son una tendencia.
En caso de que en las repuestas no haya carnita para este mercadeo verde, en vez de promover el producto en sí, creo que sale a mejores cuentas hacer una muy buena estrategia de sostenibilidad. De esta manera se apoya la transformación de la operación y de los productos, y se plantean las bases para que pueda actualizarse y regenerarse en y con el tiempo. Esta es la única manera de garantizar que los productos o servicios que se ofrecen están alineados con la esencia de la intención de ser sostenibles… y la venta cuando esto sucede desde el tuétano, se puede dar muy fácil por que el producto habla y se sustenta en y por sí mismo.
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